miércoles, 24 de noviembre de 2010

Momentos de valor incalculable

Hoy paseando hasta casa mientras jugaba con un chupa-chups en mi boca han venido a mi memoria momentos que me han aportado a lo largo de mi vida verdadero placer. Son momentos de valor incalculable y que perduran en el recuerdo para volver a provocar esa liberación de dopamina, esa situación de alegría plena.

- Que mamá te de un beso en el golpe que te acabas de dar.Realmente no reduce el daño de la lesión, pero provoca una sensación de curación instantánea que siempre estará en mi memoria.

- Respirar y percibir el aroma de la tierra mojada en verano. Desde siempre y hasta hoy este es uno de los momentos de más cuantioso valor.

- Una ducha de agua fría. Después de una tarde de aeróbic, de un partido de baloncesto, después de llevar horas trabajando encima de un tejado...

- La mirada de una abuela. Cuando con sus ojos te dice: "Te quiero más que a mi vida". Cada vez que lo pienso...

- Entender después de mucho esfuerzo aquello que el profesor intentaba transmitirte. Esta es de las más agradecidas, porque menuda frustración implica todo el proceso de aprendizaje...

- Que te abrace tu hermano y te diga: "Quiero de mayor ser como tú". Imaginaos mi cara ante esta situación. Yo le dije que no se le ocurriese ser como yo, porque vaya vida que iba a llevar. Es la persona de la que más orgulloso me siento día a día en este mundo.

- Que tu mejor amigo/a te confíe el más oscuro de sus secretos. Sentirse confidente, sentirse útil, una sensación de las que se guardan bien dentro.

- Tener la sensación de amar y ser amado. Este sentimiento, aunque poco duradero, se repite con relativa frecuencia. También es muy placentero y aporta una gran sensación de seguridad y estabilidad.

- La llamada de la universidad con al noticia: "Ha sido usted admitido en la UAH en la licenciatura en medicina". La sensación me desbordaba, un tiempo de asimilación, alegría demostrada a base de gritos; y el poder callar bocas, muchas bocas que en mí no confiaban.

- El primer bocado del croissant a la plancha con un sorbo de café con leche bien azucarado. Menuda liberación de endorfinas...

- Sentirse útil socialmente. Cada vez que percibes que esto es así una sonrisa ilumina tu cara.

¿Compartís mis momentos de alegría, momentos de valor incalculable?


Porque la vida es cha cha chá.
Un...dos... y en el "cha cha chá" da un giro para empezar de nuevo otra secuencia de pasos.

2 comentarios:

  1. Gus, amigo
    Ayer comenté tu entrada y no la puedo ver. Estoy intrigada.
    Te comentaba que comparto tu gusto por el aroma a lluvia, a tierra mojada. Tambien me atraé el del césped recien cortado...
    En fin, un saludo, y espero que este mensaje sí lo acepte google

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  2. Hola Rorry!!

    Sii, parece que esta vez si que te ha dejado comentar. A veces está medio tonto este google jeje.

    Ohh, el aroma de césped recién cortado... Ese también me gusta, es super refrescante.

    Un besazo Rorry, y nos vemos por aquí!

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