Aspecto físico y autoestima

Estimados lectores,
Soy Agustín Diego Chacón (Gus Chacón para casi todo el mundo) y como alrrededor del 40% de los hombres españoles, tengo sobrepeso. Sí, pongo mi peso en kilos y mi estatura en centímetros, hago el IMC (Índice de Masa Corporal) y me sale por encima de 25, lo que quiere decir que no estoy en el peso que me corresponde, que lo supero, y por tanto, tengo sobrepeso.

Podría haber comenzado diciendo: Soy Gus Chacón y soy un gordito feliz, pero me parece un tanto demagoga esa afirmación, ya que el aspecto físico sí que es relativamente importante.

Yo soy bastante despreocupado en este aspecto la verdad, no me importa demasiado que la gente haga o deje de hacer comentarios sobre el tamaño de mis muslos, mi tripa o mis "pectorales", pero en la sociedad actual sí que esta característica física general causa dolores de cabeza a muchas personas que, por una causa u otra, no poseemos este físico 10 tan valorado.

Soy consciente de los pensamientos que surgirán de la gente que lea este post y que dirá que el físico no importa y que tu al final quieres a las personas por como son.. etc etc.
Desde pequeño he sido consciente del peso a cuestas (nunca mejor dicho) que lleva un chaval o chavala "gordito". Siempre serás la ballena de clase, el gordo, te dirán "zampabollos" o cualquier otro adjetivo tan gráfico que te lo imagines en tu propio cortex y realmente poco a poco te veas como tal. Ante esto la gente suele cursar con dos reacciones:
- Rechazo y repulsión social, miedo a hacer nuevas amistades, miedo a no ser aceptado en distintos grupos, incluso miedo a la hora de hablar con una persona que te atrae y con la que quieres, o te gustaría, iniciar una relación. Al fin y al cabo se reduce en falta de autoestima.
- Por otro lado está el rechazo a uno mismo, rechazo por haber nacido "así", por no haber rechazado todos aquellos donuts que tu abuela te compraba con tan buena fe, por no haber entrado en el club de natación cuando eras más pequeño y ahora tener una buena forma física... Se desarrollan distintos transtornos alimentarios que en algunos casos llegan a la muerte o el suicidio.

Soy tan gráfico (como los adjetivos de los niños) para que veáis la gravedad actual de estar gordo o no. Parece una tontería, pero yo, Dios mediante, voy a cuidar la alimentación de mis hijos como no la cuidaron mis padres conmigo; Porque ahora con 19 años me veo haciendo dietas para poder conseguir el IMC correcto y así, en primer lugar no tener problemas de arterioesclerosis en un futuro, no tener problemas cardiacos, no forzar mi centro respiratorio cuando hago deporte... Ahora lo veo como una pérdida de peso por salud. Si yo hubiera comenzado a controlar mi dieta cuando era más pequeño, ¿Sería este gasto de energía necesario?.

Considero que es importante una buena educación a la hora de la comida, no sirve con ilustrar pirámides de alimentos en un imán pegado en el frigorífico de la cocina, hay que educar en alimentación para luego evitarse problemas, que cada día somos más las personas con sobrepeso. Yo os agradezco que me déis trabajo, pero no me gustaría que os muriéseis.

Después de casi dos largos años de reeducación alimentaria he conseguido bajar mi IMC desde 30 (casi una obesidad) al principio de 1º de carrera hasta 26.4 (sobrepeso bajo) al final de segundo curso.

Por otro lado hablando de autoestima soy consciente de lo poco que importa el físico en multitud de ocasiones, y socialmente cada vez importa menos conforme la edad del observador es más avanzada. (Ahora es cuando, repito, comienza a importar físicamente).

He de confesar que estoy contento con mi cuerpo, que aunque pasé malos ratos en un pasado por culpa de algunas personas ahora no es algo que me preocupe especialmente. Hago dieta para sentirme mejor, más ligero y más guapo (sí, más guapo se puede aún) cuando me miro al espejo. No pienso obsesionarme y ya me he marcado un objetivo sobre el peso, el mismo que me marqué cuando comencé mi reeducación alimentaria a principios de primero, alrrededor de los 70-73 Kg. Lo que sería un IMC dentro del normal y una salud física buena asegurada (o al menos sin enfermedades derivadas del sobrepeso).

A bailar!