Tener que estar escondido
entre las rejas de aire
del entorno, del ambiente
no poder gritar a nadie.
En al cueva, entre la sombra
ser un escritor cobarde
y no gritar por saber
que ni él te escucha, ni nadie.
Saber que por más que luches
el agua vuelve al desagüe,
el flujo es contínuo, recto
no hay manera de que estanque.
La distancia se convierte
en enemiga de base
de los deseos escondidos
que mi alma gesta y pare.
Tan solo puedo decirte por propia experiencia, que cada uno de los miedos que he puesto por imposible, han acabado siendo realmente como he dicho, imposible. Solo cuando nos vemos capaces de hacer algo sin parar de luchar, y por ello nos mostramos en vez de escondernos... Somos capaces de enfrentarnos a nuestros miedos.
ResponderEliminarUn beso Gus! Bonita poesía. =)