miércoles, 10 de agosto de 2011

Decidido, necesito un cambio.

Me gusta mucho conversar con la gente porque me considero un buen oyente. Por más que muchos de los que me conocéis sepáis que con cierta frecuencia soy centro de las tertulias y a menudo moderador de las mismas.
Esta afición por las charletas me ha llevado a, sin darme cuenta, ver danzar después de estas en mi cabeza varias ideas que en principio eran distintas a las mías, y que quizás nunca me había planteado.
He de reconocer que soy dificilmente influenciable, pero hacer caso a la gente de mi alrededor me lleva muchas veces a una victoria de la guerra interna que sufro en mi mente.

Escribo esta historia porque últimamente lidiaba una batalla lúdico-festiva en mi mente. El concepto de lúdico-festivo lo defino como una relación en la que lo pasábamos bien, había cariño, nos respetábamos, pero por momentos se ha convertido para uno de los dos en algo más. El problema está en que para la otra persona la relación no es más que eso, lúdico-festiva, y nada tiene que ver con una relación amorosa.

Tras varias conversaciones he tomado la decisión de acabar con esto, y aquí viene el nudo de la entrada. Esta decisión es como la de dejar de fumar, dejar de beber o dejar de ir de vacaciones a México D.F. si tengo problemas respiratorios. Muchas otras veces esta decisión se ha convertido en un quiero y no puedo, lo intento y no lo consigo, lucho por ello pero me siento derrotado; Siempre algún factor, normalmente la otra persona, sabía como derribar mis atalayas y como, con un simple susurro, entrar al castillo que es mi corazón.
HOY no quiero sentirme más derrotado, porque no me es rentable tener un día de pasarlo bien y un mes de disquisitudes mentales sobre el amor, las mentiras, la fidelidad fingida y la amante que más que provocar buenos ratos, es capaz de ser amante de muchos a la vez por más que sepa que me duela.
Dejaré las cosas claras, he tomado la decisión de acabar con esta relación y por una vez ser los dos los que llevan las riendas de la misma, y no embarcarme en una relación en la que uno tira del barco y el otro solo se monta a remar cuando el viento está a favor.
He dicho que dejaré la relación, la relación que hay actualmente, lo que no quiere decir que olvidaré a la persona o que estaré cerrado a tener otra relación con la misma si esta es de otro tipo.
Ahora me toca hablar y por una vez en este tiempo, hablar claro y sin miedo, porque quiero saber cuanta importancia me da y qué debo esperar de esto que nos está sucediendo.

Mientras, una recomendación, no os enamoréis.

1 comentario:

  1. Una decisión sensata... cuando ya te has enfrentado a ello.
    Tranquilo, haré caso a tu consejo... tanto, que ni creo en ello, ;).

    Saludos Gus, ^^.

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